Relación entre el déficit de sueño y la obesidad

El sueño es un proceso restaurativo modulador de la función neuroendócrina y del metabolismo. De allí que la disminución de la duración del sueño pueda conducir a una desregulación metabólica y hormonal, que favorezca la ingesta de alimentos, la obesidad y el riesgo cardiometabólico.

La obesidad como enfermedad multifactorial que es, requiere de la intervención de diversos especialistas: médicos, farmacéuticos, nutricionistas, psicólogos, médicos del deporte o entrenadores, que son los que más estrechamente trabajan para prevenir, tratar y controlar este problema, sin embargo, sería muy importante mirar hacia otras disciplinas que podrían ayudar a entender el problema desde una perspectiva de la evolución, del progreso y del comportamiento y como consecuencia ofrecer unas nuevas perspectivas a la prevención y a su tratamiento, tales como la cronobiología.

En la actualidad, una de las modificaciones del comportamiento, cada vez más prevalentes globalmente, es la reducción del tiempo destinado al sueño nocturno. El avance en la tecnología y las comunicaciones han traído muchos beneficios para el ser humano, pero también consecuencias que afectan negativamente a la regulación a nuestro organismo y específicamente las respuestas fisiológicas, como las relacionadas con los ritmos circadianos (en estrecha relación con los ciclos de luz y sombra), el sueño, el hambre y la saciedad, propiciando cambios en nuestro organismo que actúan sobre nuestro peso corporal y por ende, constituyendo un factor de riesgo importante para nuestra salud.

Hemos de tener presente que aunque la investigación en este campo debe de ampliarse y difundirse en el amplio mundo de la prevención, y corroborar mediante evidencias experimentales, particularmente con ensayos clínicos controlados que permitan esclarecer esta relación causal, podemos intuir que la obesidad tiene una clara influencia del tiempo y calidad de sueño, por lo que es importante incluir en cualquier tratamiento de obesidad un apartado sobre higiene del sueño, además de realizar exámenes para identificar la existencia de patologías del dormir.

Por todo ello, ya desde la infancia sería importante que los niños aprendieran la importancia de dormir adecuadamente, con un sueño de calidad y reparador.

Fuentes

• Influencia de la alteración de los ciclos vigilia-sueño sobre los hábitos alimentarios en pacientes con obesidad. RMIP 2012, número monográfico, vol. 4. pp. 71-79. ISSN-impresa: 2007-0926
• La reducción del sueño como factor de riesgo para obesidad.Rev. méd. Chile vol.139 no.7 Santiago jul. 2011
• Relación entre el déficit de sueño nocturno, el exceso de peso y las alteraciones metabólicas en adolescentes. Arch. argent. pediatr. vol.112 no.6 Buenos Aires dic. 2014